Ferias de arte contemporáneo

Las ferias suponen, junto a las galerías, el mercado primario para el arte contemporáneo. En estas ferias, los coleccionistas y galeristas disponen de un punto en común para ver y exhibir las obras de los artistas que representan las galerías que, de diferente procedencia geográfica, están presente durante los días de celebración de la feria.

La primera feria de arte completamente contemporáneo se celebró en 1967, en la ciudad de Colonia, al reunirse 18 galerías de vanguardia siguiendo el modelo de las ferias de anticuarios, pero con una marcada vocación internacional. La feria recibiría el nombre de ART Cologne. A partir de ahí, diferentes avatares dieron origen a la creación de diversas ferias de arte, que se celebraban incluso en el mismo país.

Así, actualmente, se ha originado un completo calendario de ferias que se reparte por diferentes capitales a lo largo de todo el año. Así, Angela Vettese establecía el siguiente calendario:

  • Enero: Bolonia.
  • Febrero: Madrid.
  • Marzo: Estocolmo.
  • Abril: Londres y Frankfurt.
  • Mayo: Chicago y Amsterdam.
  • Junio: Basilea.
  • Julio: Niza.
  • Octubre: Berlín y París.
  • Noviembre: Turín y Colonia.
  • Diciembre: Los Ángeles.

Este calendario, que no está completo, permite hacerse una idea de la importancia que se les ha dado a estas muestras-mercado como dinamizadores de la compra-venta de arte contemporáneo en diferentes países y realidades nacionales; en especial en momento de bonanza económica para el sector.

Las ferias de arte pueden entenderse bien como un encuentro entre unos pocos elegidos o como una muestra-mercado abierta. En este sentido, las ferias suponen un encuentro comercial, pero también una ventana abierta a la realidad artística internacional del momento, con muchos visitantes no coleccionistas que acuden para descubrir las tendencias artísticas.

Pero, ¿qué aporta este tipo de eventos para el mercado del arte? Algunas de las ventajas que se enuncian a la hora de valorar la inversión que supone la participación en las ferias son las siguientes:

Para el galerista:

  • Probar la capacidad de "exportabilidad" de un artista emergente en el ámbito nacional.
  • Aumentar la propia lista de "mailing" de coleccionistas que podrían estar interesado en sus artistas.
  • Descubrimiento de nuevos artistas de otros países.
  • Intercambios con otras galerías.
  • Posibilidad de cosechar una gran publicidad.
  • Contactos profesionales.

Para el coleccionista:

  • Es dificil ser víctima de estafas, ya que los organizadores de las ferias se hacen parcialmente responsables y se toman muchas molestias en asegurarse la calidad de las obras expuestas.
  • En un sólo día se puede conocer lo mejor que ofrece el mercado, cuáles son los artistas emergentes o infravalorados y el sentido en el que se están produciendo las adquisiciones.
  • Permite el descubrimiento de nuevas galerías.
  • Se facilita una relación de compra-venta más libre que en el dirigismo de las galerías, sustituyendo las discusiones tranquilas de la galería por una experiencia similar a la de un centro comercial.

En la actualidad, según Don Thompson, cuatro son las principales ferias de arte contemporáneo a nivel mundial, y las que imprimen al sector de su mayor procedencia y valor, a partir del prestigio que han ido adquiriendo estos eventos. Éstas son la TEFAF, European Fine Art Foundation Fair, conocida como "Maastricht", que se celebra en marzo; Art Basel, en junio; Art Basel Miami Beach, diciembre; y London's Frieze, que tiene lugar en la ciudad inglesa en octubre. A estas hay que sumarle un centenar de ferias internacionales menores, entre las que figura la madrileña ARCO.

Actualmente, y a pocos meses de la apertura de ARCO, Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid, se ha manifestado que la crisis internacional ha afectado también al sector artístico y, en especial, sus ferias. En el caso de ARCO, parece que será menor el número de galeristas, con algunas ausencias notables, en lo que se ha definido como una crisis de identidad que ha permitido la pérdida de galeristas y coleccionistas. No obstante, la celebración de esta feria, con Los Ángeles como ciudad invitada, será una nueva oportunidad de valorar la realidad del mercado artístico y de la dinamización de los autores contemporáneos.

Referencias bibliográficas:

Thompson, Don (2009): El tiburón de doce millones de dólares. La curiosa economía del arte contemporáneo y las casas de subastas. Ed. Ariel, Barcelona.

Vettese, Angela (2002): Invertir en arte. Producción, promoción y mercado del arte contemporáneo. Ed. Pirámide, Madrid.

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