Diario del Congreso de Valencia (III)



Por tercer día consecutivo, el jueves se dieron cita de nuevo los más de 400 asistentes al Congreso Internacional sobre la Plusvalía Económica de la Cultura para reflexionar y debatir en torno a las relaciones entre economía y cultura.

Economía y cultura: una relación

Abría la jornada la ponencia de Chus Cantero, coordinador general de OIKOS (Observatorio Andaluz de Economía de la Cultura) en una intervención en la que hacía una refle´xión en torno a la relación histórica entre ecoomía y cultura. En su intervención ha comentado cómo tradicionalmente siempre ha existido ciertas dicotomías entre ambos conceptos o ámbitos: aquella que entendía la economía como una actividad tangible y la cultura como una actividad intangible; la que enfrentaba a la economía como una esfera orientada por el interés y la necesidad frente a la cultura como un espacio de lo desinteresado; y la dicotomía existente entre entender la economía como un motor de desarrollo frente a la cultura como un elemento que lo impide, si bien esta última opinión fue desmontada pronto con las reuniones que en 1970 dieron lugar a la convención de Venecia de la UNESCO.

Frente a este pensamiento que oponía la economía a la cultura, el economista ha hecho ver cómo la interrelación entre economía y cultura es una interrelación histórica. . No en vano, siempre ha existido una relación entre la cultura y las relaciones económicas, y podría servir como ejemplo la organización teatral griega, o los juegos romanos, en los que existen textos que indican las condiciones económicas de los diferentes elementos. Asimismo, a lo largo de los siglos XIX y XX han existido diferentes publicaciones que han tratado específicamente las relaciones existentes entre economía y arte. Incluso el movimiento de la Bauhaus puede servir de ejemplo de esta relación, en tanto que propugnaba la importancia de la integración de sus obras en el mercado, para que pudiera llegar a todos los ciudadanos. Por tanto, las relaciones entre cultura y economía s han dado siempre.

Chus Cantero finalizaba su intervención citando dos desafíos con los que nos encontramos en la actualidad en esta interrelación:

  1. Independientemente de la crisis o no, los tiempos están cambiando, y tenemos que enfrentarnos a nuevas formas de hacer gestión cultural desde una perspectiva nueva.
  2. Vamos a tener que replantear las cifras y los números de la cultura, empezando por una definición concreta de la cultura y decidir cómo la pondemos medir; para ello, es necesario la conformación de equipos multidisciplinares que incluyan a gestores culturales, pero también a economistas, sociólogos y profesionales provenientes de otras disciplinas.

Experiencias

Entre la oferta de experiencias que se ofrecían en la jornada de hoy en el congreso, he tenido ocasión de asistir a la referida a gestión del turismo cultural, con el caso del municipio asturiano de Taramundi, y la referida al mundo editorial, con la exposición de la editorial Bromera.

Eduardo Lastra, alcalde de Taramundi, ha expuesto cómo se llevó a cabo la reactivación en clave turística del municipio asturiano, de apenas 745 habitantes dispersos geográficamente, a partir de la revalorización de los propios recursos, la cohesión y participación social, la diversificación productiva y la conservación del patrimonio, con unas consecuencia de creación de más de 50 empleos directos y la creación de un ambiente económicamente atractivo capaz de atraer nuevos emprendedores.

Bernat Bataller, director comercial de Edicions Bromera, ha basado su intervención en analizar el modelo empresarial de esta editorial, ubicada en el municipio valenciano de Alzira, que basa su producción en libros escritos en valenciano. Igualmente, ha expuesto las técnicas de comercialización y promoción que desarrolla y ha tenido ocasión de analizar las potencialidades y desafíos que auguran las nuevas tecnologías para la edición.

Presentación de la línea editorial Trébol

Rosa Martí (técnico de cultura del SARC) ha realizado una breve presentación de las diferentes publicaciones que se realizan desde este servicio de cultura, especialmente de aquellas destinadas directamente a los profesionales de la cultura enmarcadas dentro de las colecciones Pirámide y Esfera, dedicadas a tratar aspectos teóricos y de reflexión y metodologías prácticas, respectivamente, de diversas temáticas de la práctica diaria de la gestión cultural.

El impacto económico de la cultura

Luis César Herrero, del Grupo de Investigación Reconocido en Economía de la Cultura de la Universidad de Valladolid, ha citado a Adam Smith y cómo el padre de la economía señalaba que las actividades culturales pertenecían al ámbito del trabajo no productivo, no creaban valor añadido y, por tanto, no eran parte de la riqueza de los países, al igual que los médicos o los juriconsultos, pero que, no obstante, se sorprendía a su vez de las crecidas remuneraciones de estos profesionales.

El economista ha indicado que existen, principalmente, tres razones para el crecimiento del mercado cultural:

  1. el proceso de terciarización de la economía,
  2. la civilización del ocio o la ética hedonista, por la cual el ocio ha pasado a formar parte de la primera jerarquia de valores del ser humano, y
  3. el postmodernismo y la concepción de la cultura como un atributo

Luis César Herrero, de igual forma, ha enumerado los tipos de impactos económicos que genera la cultura, que son:

  • Efectos económicos directos (p.ej. creación de empresas).
  • Efectos económicos indirectos (efectos de arrastre respecto de otros sectores).
  • Efectos sociales (cohesión, desarrollo identitiario, etc.)
  • Efecto rescate o efecto preservación, que contribuye a la regeneración urbana (p.ej. la primera capital europea de la cultura que se utilizó para la regeneración urbana fue Glasgow).
  • Efecto competitividad, que proporciona nuevas ventajas comparativas.
  • Efecto locacional, ya que la cultura ejerce un poder de atracción de nuevos visitantes y habitantes.

Finalmente, y tras ilustrar algunos estudios realizados desde su grupo de investigación, ha aportado algunas reflexiones sobre los estudios de impacto económico de la cultura, a saber:

  • El impacto económico de la cultura es apreciable a corto plazo.
  • Es de radio corto, es decir, fundamentalmente de carácter local y regional.
  • Los indicadores de eficiencia de la cultura suelen ser positivos.
  • Los efectos económicos no se quedan en las rentas y empleo generado, sino también en la cohesións ocial, imagen, etc.

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