Acoso moral en las artes escénicas británicas

El otro día hice una relectura de un artículo de la International Journal of Arts Management que me impactó desde el primer momento en su primera lectura. El texto, firmado por Anne-Marie Quigg en el ejemplar de otoño de 2007, trataba sobre el acoso moral o bullying en el sector de las artes escénicas del Reino Unido, que parece ser un fenómeno no poco corriente y que está aumentando en los últimos tiempos.

Antes que nada, interesa hacer una descripción de lo que se entiende por bullying porque, si bien en el caso español este término se ha utilizado para el acoso ejercido por niños en los colegios, parece ser que en inglés tiene una acepción más general. Así, la autora utiliza la descripción desarrollada en el proyecto de ley del Reino Unido Dignity at Work (1997), que define el bullying como:
  • comportamiento en más de una ocasión que es ofensivo, abusivo, malicioso, insultante o intimidante;
  • crítica injustificada en más de una ocasión;
  • castigo impuesto sin justificación razonable; o
  • cambios en las funciones o responsabilidades del empleado en su perjuicio sin justificación razonable.

Si tradicionalmente el término bullying se ha centrado en un fuerte elemento de coerción física, mientras que el de mobbing se reservaba para las connotaciones de daño mental y emocional, actualmente el bullying en el puesto de trabajo incluye intimidación no física, a menudo encubierta, entre adultos individuales y, sobre todo, entre empleadores y empleados.

El artículo de Anne-Marie Quigg presenta los datos de un estudio realizado entre 2003 y 2004 a instancias del Broadcasting Entertainment Cinematographic abd Theatre Union (BECTU), que presentaba unos datos ciertamente alarmantes. En los resultados del estudio, en el que intervinieron 249 entrevistados (aproximadamente un 89,6% de los miembros activos de la organización), destacan los siguientes:

  • dos de cada cinco trabajadores en las artes escénicas se declaró haber sido objetivo de bullying en el puesto de trabajo;
  • el 65% de los encuestados describió el comportamiento del bullying como frecuente o no infrecuente;
  • las razones más citadas para este comportamiento fueron el estatus dentro de la organización y las aptitudes, seguidas muy de cerca por la apariencia física y el sexo;
  • los empleados no directivos, y aquellos que fueron objetivo del bullying, identificaban el hecho de ser bueno en el trabajo como un factor de atracción para el directivo incompetente que ejerce bullying;
  • la política de las organizaciones artísticas en contra del acoso moral en el trabajo es inconsistente, con una tendencia a tratar únicamente la agresión física;
  • los efectos de haber sido víctima de acoso, a medio plazo, incluyen el daño psicológico, ansiedad, alteracioens del sueño, atauqes de pánico, baja autoestima y falta de confianza, ocasionando menor eficiencia, absentismo y prácticas laborales perligrosas;

Estos datos, junto con otros muchos detallados en el artículo, hacen a la autora afirmar que, en el Reino Unido, las artes escénicas tienen el mayor nivel de intimidación y acoso laboral de todos los sectores investigados hasta el momento; eso, unido al hecho de que hay una carencia de formación en la gestión de los recursos humanos en los directivos y gestores de teatros y centros artísticos, hace que sea un comportamiento en aumento en las prácticas laborales, lo cual requiere de una llamada de atención y la necesidad de establecer políticas de recursos humanos aplicadas al sector que permitan atajar dichos comportamientos.

Referencia del artículo: Quigg, Anne-Marie (2007): "Bullying in theatres and arts centres in the United Kingdom"; International Journal of Arts Management, volume 10, number 1, fall 2007. HEC Montreal - AIMAC. pp. 52-64

Comentarios

  1. oyeeee no es un poco friki hacerse un blog sobre tu trabajo?? jajajaja

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