Nota: Este texto, originariamente, lo redacté para el dossier de prácticas externas de un programa de postgrado en gestión cultural. Debido a su interés, he considerado conveniente publicarlo aquí, tiempo después, para darle mayor difusión a su contenido. Espero que, en efecto, resulte interesante:
El período de prácticas es una oportunidad para introducirse y aprender con la práctica profesional y adquirir una primera experiencia en el campo de la gestión cultural. En ocasiones, esta primera aproximación al entorno laboral puede ser determinante de la carrera profesional del estudiante y, por ello, es conveniente que su actitud sea totalmente profesional. A continuación, os indicamos desde nuestra experiencia algunos consejos y consideraciones a tener en cuenta a la hora de realizar las prácticas profesionales.
A la hora de iniciar las prácticas
Elige bien el lugar donde hacer las prácticas. La elección de la entidad donde realizar tu período de prácticas puede ser determinante para tu futuro profesional. Valora convenientemente la institución y las funciones a desarrollar según la información ofrecida y lo que puedas consultar con los responsables. Siempre de acuerdo a tus intereses profesionales, trata de seleccionar aquellas entidades que ofrezcan una mayor versatilidad en su día a día; no pierdas de vista que la gestión cultural es una profesión totalmente versátil y dinámica.
Plantéate la formación como el primer objetivo. Aunque hay personas que se plantean el período de prácticas como un mero trámite para conseguir un puesto laboral en la entidad elegida, no es así. No siempre las entidades están en condiciones de ofrecer un trabajo al finalizar las prácticas. Por ello, has de pensar en las prácticas como lo que son: un período de aprendizaje práctico en un entorno real que te permitirá adquirir conocimientos, actitudes y habilidades que no has podido desarrollar durante el curso teórico.
Planifica tus prácticas. Una vez determinado el lugar donde harás las prácticas, y con la aprobación de la Universidad y la entidad ofertante, define, junto al tutor/a designado, el objetivo de las prácticas y las funciones a desarrollar y clarifica las dudas que puedas tener. Las tareas a desempeñar deben ajustarse a la formación del máster y a los objetivos acordados. De la misma forma, trata de mantener una relación cordial con tu tutor/a, que estará para guiarte, ayudarte y enseñarte.
Durante el período de prácticas
Adopta una actitud profesional. En calidad de alumno en prácticas formarás parte del personal de la entidad; por ello, se requiere que te comportes como cualquiera de los empleados. Es fundamental tener una buena relación con los compañeros, pero también con los proveedores en caso de tratar con ellos. Además, la vestimenta, puntualidad y discreción serán aspectos que deberás tener en cuenta en el día a día.
Conoce a tus compañeros. Durante el período de prácticas, y lo antes posible, trata de conocer a tus compañeros y a todas las personas que trabajan en la empresa, tanto sus nombres como sus cargos y responsabilidad; de esta forma, podrás obtener una información más veraz sobre el funcionamiento de la empresa y cómo se desarrollan sus proyectos y actividades, además de desarrollar tu propia capacidad de integración en un entorno laboral. Independientemente de la posible confianza personal que pueda establecerse con los compañeros, no hay que perder de vista tratarlos de un modo totalmente profesional y de respeto mutuo.
Aprovecha para aprender en cualquier momento. El período de prácticas también lo es de aprendizaje; por ello, lo has de aprovechar para aprender del tipo de trabajo, la empresa/entidad y el sector cultural en el que desarrolla su actividad. Una buena práctica no siempre es estar en la toma de decisiones y, en muchas ocasiones, ser el último eslabón es importante para comprender el funcionamiento de la cadena; incluso de la tarea más rutinaria siempre puede aprenderse algo: aprovéchalo.
Haz tus propias aportaciones. Las entidades que acogen a estudiantes en prácticas están predispuestas a nuevas ideas y aire fresco para sus proyectos; por ello, una actitud proactiva siempre será bienvenida. Ahora bien, al no ser que te autoricen para ello, es preferible que no tomes decisiones por tu cuenta y consultes con tu tutor antes de iniciar algún cambio en la forma de trabajar; piensa que, probablemente, las cosas se hagan de una forma concreta por una razón determinada.
Al finalizar las prácticas
Pide referencias. Después del período de prácticas, y con independencia del informe que la empresa realice para la universidad, es conveniente que solicites un certificado donde se especifique el período de prácticas y las funciones desarrolladas; este informe te será útil en el futuro para justificar las labores realizadas.
Haz feedback. Siempre dentro de las posibilidades que te den, trata de comentar con tus tutores (tanto de la empresa como de la universidad) tu percepción sobre el período de prácticas y las funciones desarrolladas; piensa que tanto los aspectos positivos como los negativos sirven a ambas partes para mejorar las prácticas en años próximos.
Intenta mantener el contacto. Es interesante tratar de mantener cierto contacto profesional con la entidad y sus trabajadores, ya que en el futuro puede surgir la posibilidad de establecer alguna colaboración profesional o compartir proyectos desde entidades diferentes. De la misma forma, compartir información sobre el sector siempre es positivo para el desarrollo profesional de la gestión cultural.
Esperamos que estos consejos puedan serte útiles en tu período de prácticas. De todas formas, para cualquier cosa puedes consultar con tus tutores de universidad y empresa, que ellos te facilitarán en todo momento tu período formativo.
Y, para acabar, un último consejo: ¡aprovecha y disfruta de las prácticas!
Comentarios
Publicar un comentario