Recientemente he vuelto a leerme el libro “Se acabó la diversión. Ideas y gestión para la cultura que crea y sostiene ciudadanía”. El libro de Toni Puig, que ya me leí cuando se
editó en 2004, tiene una versión de libre acceso en la web del autor.
El texto es especialmente interesante y recomendable porque
plantea una serie de reflexiones e ideas que hacen hincapié en la necesidad de
recuperar la cultura como creadora de ciudadanía. Ideas que, probablemente, los
que nos dedicamos de una u otra forma a la gestión cultural vamos olvidando con
el paso del tiempo y que necesitamos que alguien nos recuerde y refresque con
cierta frecuencia.
Porque la cultura ha de gestionarse para y con la
ciudadanía, creando una atmósfera de iniciativa que mejore la vida cotidiana de
los ciudadanos y ciudadanas y que potencie ciudades con mayor calidad de vida.
El libro, redactado de forma directa y fácil lectura,
plantea múltiples ideas para las organizaciones públicas que deseen trabajar
para la cultura de los ciudadanos. Pero no sólo se queda en las ideas, sino que
ofrece propuestas de cómo aplicarlas y desarrollarlas a partir de conceptos y
herramientas fundamentales para toda organización, especialmente de la cultura,
tales como el valor de marca, el marketing cultural, el catálogo de servicios o
la propia producción y comunicación del servicio, entre otros.
Toni Puig demuestra en este libro su amplio conocimiento de
la gestión cultural desde el ámbito público y, lo que tiene mayor importancia,
una convencida ideología de gestión basada en la complicidad con los ciudadanos
y una cultura centrada únicamente en la satisfacción de las necesidades culturales
de la ciudadanía y no en los gustos propios del gestor o político
correspondiente.
Asimismo, diferencia la cultura del entretenimiento,
defendiendo una cultura crítica que ayude a la creatividad y la innovación
social, que incluya a los ciudadanos como cómplices y no sólo como meros
destinatarios. Una apuesta que incluye la necesidad de servicios existenciales,
emocionantes, interrogativos y, sobre todo, ciudadanos.
Toni Puig propone, en definitiva, un nuevo modelo de gestión
de la cultura, diferente al desarrollado en los últimos años y más acorde a la
situación social y económica actual. “Se acabó la diversión” constituye un
libro de obligada lectura para los profesionales de la gestión cultural y de
recomendadas relecturas periódicas para no olvidar el objetivo final de
nuestras acciones: la ciudadanía.
Puig, Toni (2004); Se acabó la diversión. Ideas y gestión
para la cultura que crea y sostiene ciudadanía. Paidós, Buenos Aires.
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